miércoles, 25 de noviembre de 2015

¿Qué hacer en caso de que no valoren tu esfuerzo?

¿Nunca has sentido esa impotencia tras haber hecho un gran esfuerzo y que no haya sido apreciado? 
(Si la respuesta es negativa, vuelve a leer la pregunta y haga memoria).
E incluso, ¿alguna vez has estado en la tesitura de que tu dedicación no se haya visto reflejada en el resultado final?

Todos, al menos una vez, hemos sentido esa frustración, y la verdad que hay veces que uno no sabe explicar explícitamente cómo se puede llegar a sentir. 
La definiré como rabia interna que al no exteriorizarse acaba consumiéndote por dentro. He de decir que desafortunadamente a mí me sucede a menudo. Dedico mi tiempo en hacer cualquier trabajo que me supone un gran esfuerzo, concentración y dedicación, para que al final alguien o incluso 'algo' te lo derribe. ¿Por qué? ¿Con qué derecho? ¿Cómo se atreven? 
Si algo he aprendido con el tiempo, es que éste es muy valioso, y nunca mejor dicho. Como para que vengan y postren tu esfuerzo. 

Cuando te sientas desanimado porque tu trabajo no se vea valorado tienes varias opciones:

La primera es tranquilizarte y pensar objetivamente si tu trabajo merece o no la pena. Partiendo de la base de que si se ha trabajo estrictamente si que valdrá, pero el mejor crítico es uno mismo. ¡No lo olvides! Por ello tienes que ser consciente de que todo se puede mejorar, pero ojo también puede empeorar, así que no te desalientes.

La segunda opción es aprender de tus errores. 
Como dijo el poeta británico Alexander Pope "Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios".
Aprender siempre desde la mejoría y construcción interna. Adquirir ese conocimiento por la experiencia no implica arrojar a la basura nuestro trabajo realizado, sino corregirlo. Es mejor partir de algo ya realizado previamente, ya que se aprende practicando. Puedes tener la curiosidad y querer observarlo todo, inspirarte o coger ideas para después hacerlas propias, es decir, se trata de ser capaz de adaptar esas observaciones a tus propios métodos, pero nunca copiarlos. Si de verdad quieres que tu esfuerzo sea reconocido, tendrás que ser original y tener la capacidad de construir, no recurrir a la imitación. 

Crear nuevas ideas propias, a través de tus conocimientos previos. Sin olvidar tu esencia, tu toque o aportación personal. 

A raíz de la segunda, podemos defender nuestro trabajo inicial siempre y cuando consideremos que es válido, justificándolo y siendo realista. Quizás se puedan variar pequeños matices. Hay que tener en cuenta que no todos somos iguales, y lamentablemente la envidia o el egoísmo aflora. Esto hace que queramos pisar el trabajo del resto. (Que conste que hablo en plural, para no ofender a nadie, cada uno sabe de qué pie cojea. Y mi cometido no es ofender a nadie).

Como he comentado previamente aprender del resto es una buena aptitud para mejorar como persona, siempre se aprende algo nuevo de cada uno de nosotros. La clave está en saber adaptarlo a nuestro criterio.

¿A qué no hay mayor satisfacción que te feliciten por tu trabajo bien hecho? 
Felicitar por un buen proyecto, idea o comportamiento es gratuito, no os arruináis y seguramente enriquezcáis moralmente a la otra persona. (Esto no quiere decir que haya que ser un pelota, no, gracias). Sino, ser realistas, sinceros y estar orgullosos de poder conocer y estar cerca de personas con talento.

Cabrearse, frustarse, enojarse, rabiarse porque las cosas no funcionen o no salen como uno espera no es aconsejable, aunque a veces sea inevitable. Carearse durante 5 minutos, vale, pero despúes vuelve a la realidad y busca una ¡SOLUCIÓN!

Si continúas viéndolo negro, no la encontrarás. Una buena vía es cómo enfrentas y cuál es la reacción ante las situaciones. Una buena actitud, te abrirá todas las puertas.


Andrea San Martín Nieto.
@andreitasmn



martes, 17 de noviembre de 2015

El poder de la llamada.



El teléfono sonando y ella pasando. Él esperando, esperando, esperando... ¿A qué exactamente? 

¿A que le respondiera, o a decirle todo lo que le gustaría que supiera que por cobardía no se atrevió?

La llamada silenciosa se quedó en un simple suspiro. 

Miles de preguntas, incertidumbres e incógnitas impacientes por ser resueltas, pero la cuestión es que ella tampoco sabía responderlas. 
Ella solo se cuestionaba: ¿Por qué? ¿Por qué ahora? Yo solo pedía un mínimo interés, unas horas de su tiempo, un simple ¿qué tal estás? Yo solo pedía ser la única ilusión que tuviese su corazón, en definitiva, verlo feliz.




Andrea San Martín Nieto.







domingo, 8 de noviembre de 2015

Día en Toledo.

Toledo es la capital de la comunidad autónoma de Castilla – La Mancha. Además de la antigua sede de la Corte de Castilla.


Es una ciudad mágica caracterizada por ser la ciudad  de las tres culturas
Judíos, musulmanes y cristianos han convivido y construido esta magnífica ciudad. 
La ciudad no estaba dividida por su dominio cultural en cada barrio, sino que existen zonas con mayor influencia en cada una de ellas.

Si queréis contemplar realmente Toledo, os animo a que os acerquéis a la Piedra del Rey Moro.




Si hablamos de la parte cristiana habría que señalar que Toledo fue cristiana desde el s. IV hasta la llegada de la Reconquista.

La estructura urbana de Toledo es primordialmente árabe, con sus calles estrechas y sinuosas.

En cuanto a la zona judía, como dato curioso, llegó a haber diez sinagogas que fueron emplazadas. Sin embargo, a día de hoy permanecen en pie dos sinagogas: ‘Sinagoga del tránsito’ y ‘Sinagoga Santa María la Blanca’. Debido a su localización, sabemos que estamos hablando de la Judería.

Toledo también es conocida por sus fincas señoriales de recreo, también conocidas como cigarrales. Están situadas en la orilla sur del río Tajo. Autores memorables como Miguel de Cervantes, Tirso de Molina, Gregorio Marañón, entre otros, han escrito en sus obras acerca de estas zonas de recreo.


Como toda gran ciudad con infinita historia tiene su leyenda. Si queréis conocer la leyenda del puente de San Martín podéis descubrirla aquí:

Considero importante conocer la historia de cada lugar y más si se tratan de tres culturas juntas, pero también me llama la atención saber sus leyendas y anécdotas misteriosas. Por ello no solo tiene su encanto en cada rincón sino también en el conjunto de su historia.

Si además del arte arquitectónico te gusta el pictórico, estás de suerte. 
Doménikos Theotokópoulos es el protagonista por sus obras pictóricas entrañables como misteriosas. Innovadoras en su época, me atrevería a decir y originales en su esencia. El pintor del final del Renacimiento no deja indiferente a nadie, por ello os animo a visitar su casa museo.
En mi opinión la obra que más me gusta del pintor El Greco se denomina ‘El entierro del señor de Orgaz’, popularmente conocida como ‘El entierro del Conde de Orgaz’. Aunque también cabe destacar su obra ‘Vista de Toledo’.

Y para los aventureros, ahora también podéis hacer otra actividad completamente diferente. Salto de tirolina en el puente San Martín. ¿Qué os parece? He de decir que lo disfruté un montón, lo malo fue que el tiempo se pasó volando, y nunca mejor dicho.



‘Lo bueno, si breve, dos veces bueno’. ¿O, no?

En definitiva, sábado 7 de Noviembre de 2015, fue un buen día del año para recordar. Desde aquí, doy las gracias a mi acompañante por disfrutarlo conmigo.

Os despido recordándoles que hagáis lo que os apetezca, siempre y cuando no perjudique a nadie. Y no olvidéis que el tiempo está para disfrutar.




Andrea San Martín Nieto.