domingo, 29 de diciembre de 2013

Las cinco fuerzas de Porter.






Esta teoría la desarrolla Michael E. Porter en su obra “Competitive Strategy” (1980), consiste en conocer el nivel de competencia de cualquier sector de actividad.
La primera fuerza es la competencia actual, esta pretende analizar el grado de rivalidad de los competidores existentes en un sector, lo que viene determinado, en primer lugar, por el tipo de mercado del que se trate bien sea competencia perfecta, monopolio, oligopolio o competencia monopolística). Por tanto es conveniente conocer su competencia para determinar el grado de rivalidad existente, la rentabilidad e incluso las barreras de entrada como sucede en los oligopolios, además del grado de concentración y madurez del sector.     Por ejemplo en los oligopolios en cuanto a la rivalidad varía según la existencia de acuerdos colusorios entre las empresas que compiten, como consecuencia al haber un acuerdo el grado de rivalidad es menor y así a la inversa.
 En EEUU se considera que el mercado de la industria de la gasolina es un oligopolio ya que se concentran empresas negociadoras como Exxol, Mobil, Chevron y Texaco junto con empresas pequeñas.
La segunda fuerza es la amenaza de entrada de nuevos competidores la cual está determinada por las barreras de entrada ya que dificultan el acceso del sector. Empresas que quieren montar su negocio tienen difícil acceso debido a que empresas ya asentadas impiden la nueva oportunidad de negocio y así evitar mayor competencia.
La tercera fuerza es la amenaza de productos sustitutivos, ya que al aparecer un nuevo producto más novedoso e incluso que contenga mejores prestaciones puede ocasionar considerables cambios en un sector. Por ejemplo en los negocios de telefonía móvil  o en las cámaras sucede ya que debido a los avances tecnológicos que se producen siempre va a haber una mejora en los aparatos por tanto tienen que estar actualizándose constantemente.
La cuarta fuerza es el poder de negociación de los clientes. Si el poder de negociación de clientes es escaso es más factible operar en el mercado y supone una mayor rentabilidad, por el contrario si los clientes son pocos y presentan una buena organización habrá mayor competencia ya que la fuerza de negociación es más fuerte y como consecuencia podrían bajar los precios y con ello la rentabilidad.
La quinta fuerza es el poder de negociación de los proveedores. Si hay escasos proveedores es más difícil operar en un mercado ya que esto supone grandes costes.

Si ponemos un ejemplo, es decir, un caso práctico sería una tienda de deportes. En este ejemplo de proyecto empresarial hay que tener en cuenta la localización y la población, el capital inicial y la experiencia en el sector del deporte además de las cinco fuerzas de Porter. El sector de las tiendas de deportes presenta una gran competencia actual ya que hay numerosos establecimientos que se dedican al mismo negocio bien sean cadenas como: “Calderón, Sport, Décimas…”,  grandes superficies como: “Decathlon,  El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo…”, las pequeñas tiendas de barrio y tiendas de grandes marcas como: “Nike, Adidas, Puma…”. Por tanto la amenaza de nuevos competidores es baja al haber una competencia actual bastante fuerte, esto conlleva a preocuparse más de los competidores actuales que de los futuros e incluso de los productos sustitutivos. Además, los clientes presentan un poder de negociación muy reducido y finalmente nuestros proveedores (grandes marcas) sí que tendrían un poder de negociación alto a diferencia de los clientes y podrían fijar sus propios precios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario